Los servidores físicos y los servidores virtuales, estos últimos también llamados servidores en la nube o servidores cloud, son dos opciones diferentes para las empresas donde podrán almacenar aplicaciones, archivos, programas y datos en línea.
Al comparar servidores físicos con servidores virtuales, es importante tener en cuenta las diferencias fundamentales entre ambos sistemas y las razones por las cuales las empresas pueden optar por elegir uno sobre el otro.
Diferencias entre servidores físicos y servidores virtuales
Aunque la función entre los dos tipos de servidores sea la misma, existen diferentes puntos clave entre los tipos de servidores.
Al comparar servidores físicos con servidores virtuales, es importante tener en cuenta las diferencias fundamentales entre ambos sistemas y las razones por las cuales las empresas pueden optar por elegir uno sobre el otro.
Con el avance tecnológico es cierto que los servidores en la nube han adquirido mucho protagonismo. Nos aportan ciertas ventajas que un servidor local no puede darnos, pero vamos a ver cuáles son sus principales diferencias:
- Los servidores físicos requieren de un espacio concreto dentro de las instalaciones de la empresa, mientras que el servidor cloud puede estar disponible desde cualquier lugar.
- Los servidores físicos tienen un gasto energético al estar 24/7 encendidos dentro de una oficina. En cambio, dichos gastos se eliminan al contratar un servidor cloud.
- Ambos precisan de una labor de mantenimiento, actualización y seguridad. Pero, además, el servidor físico necesita de un mantenimiento específico con personal cualificado de manera presencial para su correcto funcionamiento.
- Un servidor cloud suele tener un uptime garantizado del 99.9 %. Eso significa que el servidor cloud tiene asegurado que está en línea casi el 100 % del tiempo, algo que no puede garantizar de ninguna manera en un servidor físico.
- El servidor local requiere de una implementación de hardware y software que pueden quedar obsoletos y deben ser reemplazados. Mientras que el servidor en la nube se actualiza de manera constante.
- La escalabilidad es más fácil de ejecutar en un servidor cloud, ya que la adaptabilidad es casi automática. En cuanto al servidor local requiere de inversión de nuevos espacios físicos, nuevos equipos, hardware y software para adaptarse a las diferentes etapas de tu negocio.
Aunque una empresa pueda y quiera invertir en servidores físicos, en bueno contar con una backup online para que almacene la información importante y no perderla si surge cualquier imprevisto.
Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure, y Google Cloud Platform (GCP) son las principales plataformas de servicios en la nube. Cada una de ellas tiene sus ventajas y desventajas, y la mejor opción depende de los requisitos de tu organización.